martes, 29 de abril de 2008

Microrrelato

Un deseo se perdió entre las estrellas... ¿Siguió su camino o se convirtió en el Sol?

domingo, 27 de abril de 2008

Uno de mis libros favoritos

Escribiría sobre mi libro favorito, pero me resulta imposible tener solamente uno. Así que hablaré sobre uno de los libros que me marcó.
Se llama "Dos princesas sin miedo" de Gail Carson Levine.
Comencé a leerlo cuando tenía diez años, y por el título y la información de la contraportada me esperaba lo de siempre; el típico libro de cuento de hadas con final feliz.
No podía ni imaginarme hasta que punto estaba equivocada.
El final fue tan inesperado para mí, que fue la primera vez que lloré con un libro. Un desenlace tan fuerte y agridulce que hizo que no fuera la misma al terminarlo.
Si os ha entrado la curiosidad y queréis que os cuente de que va, decídmelo en un comentario.

lunes, 21 de abril de 2008

Veinte poemas de amor y una canción desesperada-Poema 15 Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

El amor...

El amor...
Esta palabra merece unos puntos suspensivos, una señal de que las cuatro letras, no hacen justicia a los inmensos y hermosos significados de la palabra.
Las locuras más grandes se han hecho por amor, y éste también suele ser causante de la tristeza más profunda. Muchas guerras han tenido como protagonista al amor, aunque luego se ha convertido en un actor secundario, ya que la guerra y sus acciones suelen desprender odio.
Este conjunto de letras, amor; es completamente abstracto. Puedes preguntar a un gran número de personas acerca de su significado, y la definición que den tendrá un detalle diferente que abre un abismo de posibilidades.
Pero basta ya de hablar tan teóricamente, voy a intentar definirlo yo:
El amor es ese sentimiento inexplicable que te impulsa a hacer cosas deliciosamente irracionales. Que te da fuerza para conseguir objetivos, y apoyo para seguir adelante.
Sin amor el mundo sería un lugar gris de matices indefinidos en el que todos seríamos una sombra de lo que somos en realidad.

Dignidad

Dignidad es respetar y ser respetado. Indispensable para una sociedad justa. Dignidad es algo que todos tenemos derecho a poseer, y que si no lo tenemos nos falta algo como persona. Es quizá una de las cosas que nos distinguen de los animales. La moral, los principios, la ética todo ello empieza y acaba por la palabra dignidad. En realidad en cada uno de nosotros esta palabra varía un poco su significado, aunque se basa en lo mismo; justicia y respeto. Todos tenemos una serie de derechos indispensables y si nadie careciera de ellos, nuestro mundo sería un lugar un poquito mejor.

lunes, 14 de abril de 2008

Con ojos prestados: Ruido y gente

Ruido y gente


Primer día.
Son las 6:00 y ya hay que ponerse en marcha.
Para Clara, conducir siempre ha sido algo agradable y que la ayudaba a descargar adrenalina, sin embargo esa semana siempre era una tortura para ella; debía llevar a la gente del Prado a la Feria.
A sus 32 años ya era la séptima feria que le tocaba pasar entre decenas de personas (más de las que debería llevar), que se pegan unas contra otras para tener más sitio. Gritos de niños peleándose por el asiento, ruido de móviles que suenan continuamente, voces que hablan a bastantes decibelios más de los que deberían... Al final todos los años es un terrible caos.
Clara es una buena conductora. Prudente y serena siempre respeta las normas de tráfico, pero con la feria aumentan las distracciones y el peligro a los accidentes. Así que Clara se toma un café y aproximadamente a las 7:00 sale de su casa hacia su trabajo y comienza a conducir su autobús hacia el prado.
Allí se encuentra con gente esperando aunque sea terriblemente temprano, mientras que Clara tiene problemas para terminar de digerir el café, pero hay que aguantar y poner al mal tiempo buena cara. Así comienzan otra vez las idas y las venidas desde el Prado a la Feria y viceversa. A la hora de comer es cuando aquello empieza a ser estresante de verdad. A veces Clara se planteaba como cabían tantas personas por metro cuadrado en aquel autobús...
A las 16:00 un descanso para comer en el bar más cercano, donde hay visiblemente más tranquilidad que en su autobús.
A las 17:00 vuelve a su autobús, dándose cuenta de que ha empezado a llover... Se mete dentro del vehículo rápidamente y suspira cansada. Si las precauciones que había estado tomando todo el día para evitar cualquier accidente, había parecido a sus pasajeros una forma para hacer más lento el horrible trayecto, ahora sin duda se le echarían encima. Aunque su moral y su sentido del deber se encontraban por encima de todo esto, la lluvia era un problema sobre el que debería pensar.
Se puso en la cola de los autobuses para ir a la Feria. Como había comenzado a llover, ésta era mucho más corta. Sin embargo todavía eran demasiadas personas para los tres autobuses que estaban allí.
En el trayecto un niño le tiró un helado encima, una anciana se cayó en las escaleras y observó a varios chicos y chicas grabando sus nombres en los asientos más próximos a ella. Hizo una y otra vez el mismo recorrido hasta que cayó la noche, que no parecía desanimar de forma alguna al resto de sevillanos y sevillanas que se lo pasaban lo mejor que podían en el recinto ferial.
A las 23:00 terminó su largo turno e inspeccionó el autobús; estaba hecho una porquería. En realidad no era nada que le sorprendiera demasiado; chicles pegados en los asientos, los billetes del autobús, papeles de todo tipo, y hasta una galleta mordida. Clara puso los ojos en blanco. Si alguien supiera lo duro que es este trabajo en feria, nadie se lo tomaría tan a la ligera...